Liderazgo y trabajo en equipo: Claves del documental “La gran noche del pop”
- Patricia Lama
- 14 feb
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 24 feb
Autora Patricia Lama
¿Qué aprendizajes tenemos del documental “La gran noche del pop”?
Nadie nace sabiendo trabajar en equipo. No conozco hasta ahora alguna actividad profesional o laboral donde no se necesite hacer equipo. No confundir “grupo” con “equipo”, un grupo no tiene las mismas metas; pero un equipo si, por eso la confianza y el compromiso son indispensables.

El documental “La gran noche del pop” me mostró algunas lecciones sobre el liderazgo y trabajo en equipo que, a pesar de los años, veo que se mantienen vigentes hasta hoy:
Las fases del modelo Tuckman: Modelo altamente recomendado para dirigir la formación de un equipo. La fase que considero más interesante es conflicto, porque todavía se quiere evitar o disimular. Lo mejor es afrontarlo, es la oportunidad para crear confianza entre todos o recomponer el equipo de ser necesario.
Asignación de tareas por competencias: ¿Cómo se elige a cada cantante? ¿Quién inicia una parte de la canción, quién le sigue? ¿Cómo armar los dúos, tríos o solos? El documental muestra la etapa del estudio de los rangos vocales de los artistas, y otros aspectos únicos como el estilo. Necesitamos formar nuestros equipos de trabajo de la misma manera, según nuestras competencias y capacidades naturales.
Buen humor: Necesario para los momentos más difíciles, para mantener la unión y conservar fuerzas. De acuerdo con la naturaleza de cada equipo se puede organizar espacios de distensión. Sonríe, ríe… y si puedes, haz reír a otros, con respeto y creatividad.
Empatía para todos: Una pista para Bob Dylan, era todo lo necesario para que entregue su aporte. Con cariño y buen ánimo.
Desapegos personales: ¿Podemos realmente dejar los egos en la puerta? ¿Cómo quitarnos las etiquetas y adornos que nos gustan que otros vean en nosotros con tanta rapidez y lucidez como Cyndi Lauper?
No sabemos qué hay detrás: Viendo el resultado final, tan impecable no parece que haya afrontado dificultades y mucho trabajo duro de muchas personas. No sabemos cuánto la pueden estar luchando otras personas por lograr una meta. Eso me enseñó a no creer que para uno es difícil y para otros todo es fácil. Todo lo bueno cuesta mucho trabajo duro, ¡lo mejor es disfrutarlo teniendo un buen propósito!
Y tú, ¿viste otras lecciones?
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