¿Tu liderazgo gestiona tareas o facilita soluciones reales?

Muchos líderes caen en la trampa de mezclar el estar “ocupado con ser efectivo”. Miden su día por la cantidad de reuniones, correos respondidos o problemas inmediatos que "resuelven". Sin embargo, correr todo el tiempo es un síntoma de un liderazgo reactivo, no de uno estratégico. La verdadera efectividad de un líder no reside en su capacidad para hacer más tareas, sino en su habilidad para hacer que las tareas correctas sucedan.

¿Tu liderazgo gestiona tareas o facilita soluciones reales?

Esto requiere dominar dos funciones clave. La primera es fijar prioridades de forma colaborativa. La segunda, y quizás la más poderosa, es la facilitación: la capacidad de destrabar procesos, dar permisos y eliminar los obstáculos que frenan a los equipos. No se trata solo de gestionar a tu gente, sino de gestionar el ecosistema en el que operan.

¿Tu liderazgo gestiona tareas o facilita soluciones reales?

Una de las revelaciones más importantes para un líder es comprender que su influencia debe ejercerse en dos direcciones: hacia abajo, con su equipo directo, y hacia los costados, con sus pares.

Imaginemos a Javier, un gerente de logística. Su equipo no puede cumplir los plazos porque el área de finanzas retrasa las órdenes de compra. Un liderazgo tradicional se enfocaría en presionar a su propio equipo para que trabaje más rápido. En contraste, un líder que practica la facilitación, sienta a Javier con el gerente de finanzas para tener una comunicación honesta, entender el cuello de botella y rediseñar juntos un proceso que funcione para ambos. Este líder no solo resuelve un problema, sino que construye un puente.

Como un principio fundamental, "la gestión inteligente no solo organiza tareas, organiza relaciones".

Al desarrollar la habilidad de la facilitación de equipos, dejas de ser un jefe que da órdenes para convertirte en un conector que genera diálogos y soluciones. Te enfocas en las conversaciones que realmente mueven la aguja, ya sea mediando entre dos áreas o sentándose con otros gerentes para abordar un desafío que afecta a toda la organización.

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