Comunicar con precisión también es liderazgo: cómo evitar el desorden verbal en entornos profesionales
- Gabriel Pereyra
- 11 jun
- 2 Min. de lectura
En reuniones estratégicas, informes de resultados o simples conversaciones con el equipo, lo que decimos —y cómo lo decimos— puede marcar la diferencia entre generar acción o generar confusión. Muchas personas con cargos de responsabilidad han llegado a un punto en el que saben qué quieren decir… pero no logran transmitirlo con orden y contundencia. Y eso tiene un costo.

Tomemos el caso de Jorge, gerente comercial en una empresa regional. Tiene ideas claras, conoce los objetivos y domina los indicadores. Sin embargo, en las reuniones clave suele extenderse, irse por las ramas o desordenar las ideas. Lo que era una propuesta concreta termina perdiendo fuerza. Y aunque nadie se lo dice, su equipo lo nota: desconexión, falta de foco, decisiones dilatadas. A Jorge no le faltan datos ni visión. Le falta estructura comunicativa.
Este fenómeno —el desorden verbal— es más común de lo que parece en el mundo profesional. Hablar sin un hilo conductor, sin estructura, o sin tener en claro qué se quiere lograr con el mensaje, afecta directamente la productividad, la motivación del equipo y la confianza en el liderazgo.
Comunicar con precisión no es solo una habilidad “blanda”; es una competencia estratégica. Existen técnicas que permiten ordenar el mensaje, priorizar ideas clave y lograr impacto en menos tiempo. Un ejemplo de esto es el modelo SCQA (Situación, Complicación, Pregunta, Respuesta), ampliamente utilizado en contextos profesionales. Aplicarlo permite enunciar un problema, contextualizar y proponer soluciones sin perderse en explicaciones eternas ni tecnicismos vacíos.
Volvamos a Jorge. Al identificar este punto ciego en su comunicación, decidió trabajarlo. No desde la teoría, sino desde la práctica: estructurando sus mensajes con esquemas narrativos simples, recibiendo feedback de sus pares, ajustando la duración de sus intervenciones y practicando exposiciones breves con foco. En pocas semanas, los resultados fueron evidentes: más claridad, más escucha, más impacto.
La comunicación profesional no es solo lo que decimos, sino cómo gestionamos el tiempo mental del otro. Un líder que se expresa con orden ayuda a su equipo a comprender, decidir y avanzar. Uno que no, por muy capaz que sea, puede quedar relegado o malinterpretado.
Por eso, en contextos de liderazgo o toma de decisiones, saber hablar con precisión es tan importante como tener la razón.
En la Doble Certificación en Comunicación y Facilitación de Alto Impacto que ofrecemos en Human Academy, trabajamos justamente estas habilidades: cómo estructurar el mensaje, evitar el desorden verbal, y generar presentaciones que informen, persuadan y movilicen. Porque no se trata solo de hablar… se trata de lograr que lo que decimos tenga efecto real en los demás.
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